1. Conoce lo que te motiva. Pregúntate si hay alguna actividad especial que te motiva o que disfrutas realizar, de ahí nos vamos a basar para comenzar la cosecha. El autoconocimiento es muy importante en esta fase ya que de esta manera podemos identificar las actividades para las que somos buenos. El tiempo vuela cuando tenemos algún pasatiempo o actividad gratificante.
2. Sueña despierto. El visualizar nuestras metas y objetivos, nos da una sensación de bienestar, y nos permite clarificar el camino para pasar a la acción. Con este punto podemos mantener nuestra mente activa y saludable y apreciar perspectivas desde diversos ángulos, lo cual mejora la capacidad para la resolución de problemas y la toma de decisiones. Además se desarrollan habilidades para ser más sensibles a nuestro entorno e incrementar la inteligencia emocional gracias a la empatía de imaginar situaciones y el contemplar las diferentes formas en que se podrían resolver.
3. Enfrenta retos. Plantearte nuevos retos te permite fijarte objetivos y salir de la rutina, además de tener una gran satisfacción y sensación de éxito una vez cumplido el objetivo. Los retos permitirán desarrollar nuevas combinaciones de ideas respecto a lo que te apasiona para mejorar e implementar estrategias.
4. Confía en ti mismo. Para continuar con lo que te apasiona necesitas confiar en ti mismo. Si piensas que la frase: “Todo lo que te propones lo puedes lograr” está muy lejos de tu alcance, puedes aterrizarla en acciones pequeñas pero constantes. Poco a poco verás los resultados y la realización de ese objetivo, aumentando tu confianza al ver gradualmente las mejorías, ya que de la noche a la mañana no se ven resultados y eso a veces afecta la seguridad que tenemos en nosotros.
5. Disfruta lo que haces. Uno de los factores más gratificantes de tener una pasión es que disfrutas de lo que haces. Es su esencia lo que te permite cultivarla y hacerla crecer. Todo comienza por esa sensación de realización y satisfacción al hacer una actividad, por ejemplo leer un libro, escribir un artículo, hacer manualidades… Son pequeñas actividades que nos pueden llevar hacia algo más grande.
6. Prográmate. No olvides en un rincón tus pasiones; si dejas todo para después, se irán apagando, así que prográmate para realizar 15 minutos diarios estas actividades que te motivan. Posteriormente, aumenta el tiempo que les dedicas. Eso no solo te ayudará a crecer personalmente sino a desestresarte. Es importante tener constancia y dedicación sin tener por esto que caer en la monotonía.
El trabajo nunca tuvo por qué ser aburrido o estresante. No dejes que la rutina te consuma.