“Esto es así, lamento que te sientas de esa forma”
Esta frase y algunas oraciones similares constituyen generalmente una conducta irresponsable disfrazada de disculpa, es común que pueda resultar condescendiente y a menudo puede ser degradante, ya que no otorga al colaborador una oportunidad de diálogo, muestra poca disposición del líder por dar respuesta a sus inquietudes y culpa a factores externos por la existencia de una situación determinada.
“Eso no es posible”
Seguramente esta es una frase que ningún líder del tamaño de Steve Jobs, Mark Zuckerberg o Larry Page diría jamás. Limitar las capacidades de su equipo de trabajo puede generar un sentimiento de frustración y llega a dañar su nivel de productividad.
Es por eso que los grandes líderes confían en las habilidades de sus colaboradores y los impulsan a alcanzar su máximo potencial ayudándoles a creer en sus propias capacidades en lugar de obstaculizar sus objetivos en medio de un ambiente pesimista.
“Yo me encargaré de eso”
Puede ser que a primera vista esta frase no suene mal, pero existe una razón por la que un jefe responsable no hace el trabajo de otros. Se trata de una frase que pretende despojar a otra persona de sus responsabilidades bajo la creencia de que no cuenta con las habilidades necesarias para llevarlas a cabo de forma exitosa.
En lugar de esto, un excelente líder puede utilizar frases como “voy a enseñarte un truco que me ha funcionado bien” o “qué te parece si lo hacemos juntos”, a fin de mostrarle a un colaborador lo que se espera de él y ayudarle a desarrollar nuevas habilidades
“Vamos a dejarlo así y continuemos”
Se trata de una frase que bien podría traducirse como “estoy muy cansado para continuar con esto”. Más que sonar a algo que diría un gran líder, suena a una persona que se ha rendido y cuyo lenguaje dice a gritos que preferiría mil veces estar sentado en la sala de su casa frente a cualquier programa de televisión.
“La última vez esto salió mal”
El hecho de que algo saliera mal la última vez no quiere decir que estará mal por siempre, simplemente hará falta una mejor gestión y un cuidado más preciso en los detalles. Un excelente líder asume la responsabilidad de ello y se compromete a guiar a su equipo a un mejor resultado.